El invierno ya llegó y los complementos perfectos para las preparaciones de esta época no pueden esperar para que disfrutes de exquisitas recetas con los productos Carozzi. Si decidiste cultivar tu propio huerto, ¡manos a la obra! porque estás en la mejor temporada para hacerlo.
Zanahorias
Al vapor, hervidas, crudas, cocidas o licuadas, las zanahorias con increíbles. Ricas en potasio, fósforo, flúor y betacaroteno, mantienen un buen estado del esmalte dental previniendo la aparición de caries además de fortalecer las uñas y el pelo. Además es un potente alimento para prevenir el cáncer. Con tantos beneficios, incluye zanahorias en tu huerto. Eso sí, debes evitar las heladas y esperar al menos 90 días para cosecharlas. Ojo que se llevan de maravilla con ajos, lechugas, tomates y guisantes.
Ajo
Al ajo lo odias o lo amas con locura. ¡No hay punto medio!. Cultivado por sus propiedades culinarias, el ajo contiene pocas calorías, es muy rico en vitamina C, vitamina B6 y manganeso. Además posee un compuesto de azufre llamado alicina, responsable de todos los beneficios que aporta a nuestra salud: fortalece el sistema inmunológico, ayuda a curar infecciones leves, favorece la cicatrización y es adecuado para gripes y resfriados. Simplemente siembra el diente de ajo directo a la tierra durante el otoño y verás fabulosos resultados.
Lechuga
Seguramente la mejor aliada para una dieta balanceada. ¿Por qué? La lechuga posee altas dosis de calcio y fósforo ayudando a tener huesos sanos y fuertes, además tiene selenio, un antioxidante natural que nos ayuda a evitar el envejecimiento previniendo el cáncer de colon, próstata y pulmones. Lo mejor es que se puede sembrar todo el año y desde la siembra hasta el transplante se necesita como mínimo un mes. ¿Un buen dato? Puedes sacar las hojas dejando solamente la raíz, para que vuelva a brotar.
Repollo
Una excelente fuente de vitamina C, ayuda en el fortalecimiento del sistema inmunológico y en la aceleración de la cicatrización. Dentro de sus muchas particularidades, es rico en fibra, perfecto para el tránsito intestinal y la prevención del estreñimiento. En cuanto a su ciclo, es preferible transplantarlo durante el otoño, evitando los meses de verano. En tres meses puedes cosecharlo y disfrutar de todos sus beneficios.
Apio
El apio es mágico. Imagina que una sola taza de apio contiene el 30% de la ingesta diaria recomendada de vitamina K, ácido fólico, fibra y potasio. Increíble, ¿no? Pues bueno también posee vitaminas A,B y C, mientras que su fibra ayuda a eliminar el exceso de colesterol en el intestino. El apio acepta muy bien el frío, su germinación es lenta, requiere mucha agua, pero una vez que toma fuerza obtendrás una hortaliza ideal para tu cocina.