Erika, la mujer y la deportista
Para Ricardo Érika es la prueba viviente -con cinco hijos y el récord de tener cinco Juegos Olímpicos en el cuerpo- de que una mujer no tiene por qué renunciar a su vida, aun siendo deportista de alto rendimiento. “Ella quería ser madre y estaba en su derecho. Cuando se lo planteamos a las autoridades deportivas de Chile, ellos lo entendieron y así Erika fue parte de una innovación: ahora las mujeres deportistas tienen hijos y se les respeta un periodo prudente de tiempo antes de volver a entrenar”, sostiene.
Entrenar la vida
“Yo, como entrenador, no tenía en principio otro objetivo que entrenar a un campeón. Con Erika, tuve la oportunidad de cumplir ese sueño… pero, además, formamos una familia”, comenta con orgullo. Actualmente están separados, pero tienen una relación muy buena y Ricardo siempre ve a sus hijos. “Le agradezco haberme dado la oportunidad de realizarme en todo sentido”, comenta.
Los hijos y el futuro
“Somos de la idea de que a los hijos hay que dejarlos ser y hacer lo que quieran. La libertad es lo más importante”, dice Ricardo y agrega: “Ellos son conscientes del gran esfuerzo y perseverancia de su madre. Todos los días, a las seis de la mañana, ella ya estaba entrenando. Sin duda, la deportista más disciplinada que podría tener un entrenador”.